Empresas explotadoras que <<no salen del armario>>
Artículo de opinión, donde se analiza el ecosistema del Software Libre
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Estar en contacto con empresas competidoras y sobre todo con aquellas que son más colaborativas me permite conocer más de cerca las tecnologías que utilizan para ofrecer sus productos y servicios. Es Software Libre, en mayor o menor medida, usan Software Libre, pero no todas lo dicen, «no quieren salir del armario», aún.
El ecosistema de Software Libre es muy variopinto. Hay gente que genera el código, son las personas que desarrollan ese software; otras lo traducen y lo adaptan a la cultura de cada lugar, son las de localización (l10n); también hay gente que usa y reporta los errores para mejorarlo y someterlo a diferentes situaciones, sería el equipo de calidad; otras personas son de diseño y realizan esos grafos, iconos, o dibujos que emplea el software; y así mucha gente más. En general son personas, particulares que se reúnen periódicamente para hacer esas «quedadas» tan importantes donde intercambian sus vivencias, se ponen cara y proyectan el futuro de una herramienta por la simple motivación de hacer algo mejor por el mundo y dárselo libremente.
Comparten conocimiento y no piden nada a cambio.
Este ecosistema también tiene sus necesidades, es gente que come, alguna tiene familia y sobre todo le «pone» el Software Libre y le encantaría vivir de ello. Son personas que aman lo que hacen. Se les tacha de «anti-sistema», porque no entienden el mundo capitalista estándar…
Hay dos cosas que unen a las empresas explotadoras y a la Comunidad de Software Libre: el código fuente y el dinero. Eso sí, cada una con un enfoque antagonista pero al fin y al cabo ambas necesitan de ellos para subsistir.
Las empresas explotadoras, esas que utilizan el código y no lo reconocen, tienen karma negativo, no aportan nada a la Comunidad pero se lucran con Software Libre (para que luego digan que es gratis). Esta Comunidad a su vez peca de hippie y de hacer las cosas por el «bien común» cuando debería ser más exigente con el uso que se hace de sus desarrollos.
Las empresas son las que generan riqueza, pero ésta debe estar bien dirigida hacia la Comunidad de Software Libre que es la que genera los recursos que son explotados.
¿Cómo mejorar el karma de las empresas? De muchas maneras. Desde que simplemente patrocinen eventos de Software Libre (no de Open Source, a secas) hasta que contraten a esas personas de la Comunidad que aman el trabajo desinteresado que realizan. El talento escasea y la demanda es muy alta. Tener en el equipo a esas personas que disfrutan con lo que hacen es el mejor regalo que se le puede hacer a la Comunidad de Software Libre.
Carlos Rodríguez García Presidente de AGASOL presidencia@agasol.gal